CABALGATAS EN LOS ANDES
Cabalgar por los Andes en un día soleado de otoño es la mejor manera de experimentar estos imponentes monumentos naturales. Mientras que cabalgar a través de los valles en pleno verano puede dejarte (¡sin mencionar a tu trabajador caballo!) sintiéndote un poco demasiado caliente, las temperaturas más frescas del otoño hacen que la cabalgata sea mucho más agradable y que haya menos posibilidades de freír cualquier piel expuesta. Usted quedará asombrado por estos caballos chilenos, criados en las montañas y entrenados para enfrentar incluso los caminos más empinados y estrechos con la máxima facilidad y seguridad.
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Aunque son ligeramente más pequeños que los caballos europeos o norteamericanos, los caballos chilenos están hechos de puro músculo, junto con un temperamento dócil que los hace adecuados tanto para principiantes como para jinetes experimentados. Cuando cabalgas en los Andes, estás trotando sobre los pasos de generaciones de arrieros, o jinetes locales, que solían conducir sus caballos y mulas, cargados de mercancías, arriba y abajo de las interminables cumbres. No hay una forma más auténtica de experimentar el antiguo estilo de vida chileno, a sólo unos kilómetros de la moderna ciudad capital.
EXPLORANDO EL DISTRITO DE LOS LAGOS
La Región de los Lagos de Chile se considera un destino para todo tipo de clima, con un clima templado y la posibilidad de lluvias en cualquier época del año. Pero hay algo en la Región de los Lagos de Chile que sólo se encuentra en otoño: un espectacular espectáculo natural que da vida a los exuberantes bosques con colores. La zona alberga el Bosque Húmedo Templado Valdiviano, parte del cual es una Reserva de la Biosfera protegida por la UNESCO, en reconocimiento a su riqueza en flora y fauna.
INMIGRACIÓN ALEMANA
Como el bosque es una mezcla de árboles siempre verdes y caducifolios, helechos y bambúes, el otoño trae un dramático estallido de follaje naranja y rojo de algunos árboles, que contrasta con el constante y vibrante verde de otros. La Región de los Lagos de Chile también se destaca por sus fuertes influencias alemanas, resultado de las olas de inmigración alemana de fines del siglo XIX. Como consecuencia directa de esto, hay cualquier cantidad de cafés alemanes esparcidos por toda la región, que venden una gran variedad de pasteles o kuchen. Son la excusa perfecta para disfrutar de una bebida caliente y un trozo de algo dulce si la lluvia empieza a caer fuera.
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