La capacidad de comunicarse de forma clara y eficaz constituye la base de la vida moderna. Los estudiantes que no pueden leer efectivamente no logran comprender los conceptos importantes, obtienen un puntaje bajo en los exámenes y, en última instancia, no logran cumplir con los hitos educativos.
Las habilidades de lectura y escritura permiten a los estudiantes buscar información, explorar temas en profundidad y obtener una comprensión más profunda del mundo que los rodea. Cuando no pueden leer bien, se desaniman y se frustran con la escuela.
La alfabetización pertenece a todas las clases
Las habilidades de alfabetización pueden ser el enfoque en las clases de lengua y literatura, pero son igualmente necesarias para las matemáticas, las ciencias, el arte, la música y cualquier otro trabajo del curso. Los estudiantes que no pueden entender el material de un libro de texto se atrasan, lo cual es particularmente problemático en clases con libros de texto con mucha información, como los de ciencias.
«Meeting the Reading Challenges of Reading Science Textbooks in Primary Grades,» por Nadine Bryce, aborda este tema específico con una variedad de métodos de instrucción que incorporan la lectura para el significado y estrategias activas de lectura.
Traducir el discurso a la palabra escrita
La escritura juega varios papeles en el aula. Ayuda a consolidar aún más los nuevos conceptos al permitir que los estudiantes describan estos elementos con sus propias palabras. Fomenta el pensamiento lógico al obligar a los estudiantes a organizar sus pensamientos. También les ayuda a aprender a contar una historia, a comunicar ideas y a registrar momentos importantes.
El Proyecto Nacional de Escritura es uno de los programas de desarrollo más antiguos de los EE.UU. Ofrece una variedad de talleres diseñados para ayudar a los maestros a incorporar las habilidades de escritura en el aula. Tenga en cuenta que los ensayos de forma larga son sólo una sola faceta del desarrollo de las habilidades de escritura.
Volver a los fundamentos de la lectura
La lectura comprometida conduce a un aprendizaje comprometido, pero los estudiantes no están preparados para sumergirse en la palabra escrita y extraer inmediatamente todo el contenido valioso. Necesitan orientación instructiva sobre cómo leer críticamente, comprender el material e implementar lo que han aprendido.
Como instructores, pueden proporcionar el marco necesario utilizando conceptos como la previsualización de texto, la lectura con un propósito, la predicción y la realización de conexiones y el uso de organizadores gráficos. Además de las tareas de lectura rápida en clase, los estudiantes necesitan desarrollar resistencia a la lectura.
Consejos y trucos para crear un bibliófilo en ciernes
Como maestro, una de sus metas debe ser desarrollar el amor por la lectura en los estudiantes. Tenga en cuenta que la biblioteca de la clase puede extenderse a la ficción, la poesía, la fantasía y muchos otros géneros.
No limite la selección a materiales educativos. La meta de la biblioteca es conseguir que los niños lean, no limitar su contenido estrictamente al material relacionado con el plan de estudios actual. Cuantos más materiales de lectura tengan a su disposición, más posibilidades habrá de que compren algo para divertirse.
Hacer de la lectura una prioridad
Aunque todos los aspectos de la alfabetización son críticos para el éxito final, para la mayoría de los estudiantes, el proceso comienza con las habilidades de lectura. Estas habilidades forman la base para el resto del aprendizaje, que es una gran parte del razonamiento detrás de la amplia adopción de los programas de currículo de los Estándares Comunes del Estado (Common Core State Standards, CCSS).
Estos nuevos estándares ponen la responsabilidad de enseñar habilidades de lectura y alfabetización en las espaldas de todos los maestros, no sólo en las de los instructores de lengua y literatura.